Durante las últimas décadas las empresas han confiado en la
publicidad tradicional como melodías pegadizas en la radio,
anuncios de televisión, anuncios en prensa escrita, correo directo,
telemarketing y muchas otras. La técnica consiste en interrumpir
al televidente, radioyente o lector para convencerle de que
compre nuestro producto.
Sin embargo los consumidores cada vez están más inmunizados
contra este tipo de publicidad, por lo que prácticamente no le
prestan atención o han encontrado maneras de evitarla.
Cada vez es más complicado atraer la atención de los consumidores y
la mejor manera de dar a conocer tus productos o servicios es
aportando valor al mensaje.
En el caso del email marketing el axioma de valor – atención
se cumple a la perfección.
Para construir una sólida base de
suscriptores que den su permiso para recibir tus campañas de
email o newsletter, es fundamental que aportes una buena dosis
de valor, ya sea mediante la producción de contenidos que sean
de interés para el lector o con descuentos especiales en una gama
de productos que sabes que interesa al suscriptor.
Es precisamente esta combinación de valor + permiso lo que hace
que el email marketing tenga un altísimo porcentaje en su ratio
de conversión por visitante y te permita desarrollar y fortalecer
la relación con tus clientes, pudiendo transformar a un comprador
casual, en un cliente fiel y evangelizador de tu marca.
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