Todos, en nuestras organizaciones, tenemos que reportar a un
superior. Sin embargo si lo único que hacemos llegar a nuestros
directivos es un informe tras otro, por más completo que esté de
datos y cálculos estadísticos, no le estamos ofreciendo un análisis
de la situación. Al final esos informes ni siquiera se leen.
Para hacer reporting es necesario tener claras las métricas de
negocio por las que vamos a medir el performance de nuestra
empresa (en marketing particularmente).
El análisis sin embargo es una exploración, una búsqueda mediante
muy diferentes técnicas de un conocimiento que no tenemos
todavía pero que esperamos encontrar.
Ahora bien, pregúntale a un director de marketing qué quiere y te
dirá que análisis pero lo que de verdad suelen pedir es reporting.
El
análisis requiere de un tiempo para pensar que muchas empresas
no se toman. Dicen que en Asia cuando entras al despacho de un
compañero y no está ocupado, no le interrumpes y te das media
vuelta, porque supones que estará pensando. En España pensamos
que no está haciendo nada.
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