El vídeo online está en proceso de continuo desarrollo. Un
desarrollo técnico, puesto que los sistemas de compresión
digital cada vez son más óptimos, pero también un desarrollo
de aplicabilidad práctica. El vídeo online como plataforma de
comunicación se hizo social gracias, principalmente, a YouTube, y
sólo hace 4 años que existe esta plataforma.
Actualmente, una de las aplicaciones más potentes del vídeo online
es ser un contenido de lo que se ha denominado rich-media.
Hay
quien dice que el banner tradicional está muerto (entendiendo
banner tradicional los gifs animados o el Shockwave Flash (SWF)
habitual en el mejor de los casos).
El concepto que sustenta un vídeo online es un recurso interactivo
que sirve para que el usuario pase de ser ACTIVO a PASIVO en lo
que sus ojos ven. Y este es un concepto muy importante.
Me refiero a que una web, por definición, debe ser interactiva.
El usuario, con el severo dictamen del click, manda. Es el rey. No
obstante, con el vídeo online, el usuario pasa a dejar de hacer
clicks, para simplemente, ver y escuchar. Eso sí, él debe decidir
cuándo quiere ser espectador de una visualización. De ahí a su
interactividad.
Un vídeo te permite realizar acciones de CrossMedia, es decir,
aplicación de una herramienta de comunicación en múltiples
plataformas. Por ejemplo, un mismo vídeo de 20 segundos te
puede servir como banner, como contenido en YouTube o como un
contenido en la home de tu web. El marketing viral se ha nutrido
de acciones basadas en vídeo, con grandes dosis de creatividad, y
aprovechando las herramientas de comunicación y sociales.
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