• No juegues a “mafiosos” con los bloggers.
No trates de sobornarlos, ni proponerles fórmulas geniales para
sacar tajada de vuestra relación. La mayoría ya tienen sus trabajos
y su blog es una afición o una vía de escape, así que no hace falta
que les hagas propuestas turbias. Insisto, sé natural y relevante,
eso es todo.
• Esconderse es de cobardes. Mentir de mala persona.
Mentir está mal, eso lo sabemos todos, pero en el medio online las
mentiras suelen durar muy poco. Siempre hay alguien que conoce
la verdad y la descubre. Si la cagas, da explicaciones y rectifica,
pero no mientas. Si se meten con tu marca, defiéndela, pero no
mientas. Y si te critican mucho, da la cara, pero no mientas. Y sobre
todo, no te escondas. Ah, y no mientas.
• No confundas las herramientas ni metas nada con calzador.
La cuchara para la sopa, el tenedor para pinchar y el cuchillo
para cortar. A la hora de comer, cada cubierto tiene su función y
utilidades. Pues con los soportes online, tres cuartos de lo mismo.
No trates de incrustar tu maravillosa página Flash en un formato
blog, ni intentes tener una gran red social en tu site corporativo
para hablar sólo de tus productos. Usa las herramientas para lo que
sirven y en lo que son potentes y les sacarás el máximo partido.
• No hay que ser augur para leer los resultados.
Uno de los puntos fuertes de las acciones digitales es que
son medibles hasta extremos insospechados. Puedes saberlo
prácticamente todo; cuánta gente visita tu blog, el número de
veces que se ven tus vídeos o cuántos amigos has hecho a través
de la campaña en una red social. Eso sí, no te quedes sólo con
los datos en bruto. Ponlos en contexto, contrástalos con tus
objetivos e intenta razonarlos. Sólo así te servirán de cara al
futuro. ¿Cuántas veces habremos oído aquello de que “mi página
ha tenido 200 millones de hits”? Bien, así vistos son muchos hits,
pero la pregunta es, ¿trabajan esos hits en la consecución de tus
objetivos?, ¿son relevantes los hits? y ¿qué berzas es un hit? Esa
es la cuestión.
• No te quedes estancado. Evoluciona.
Internet se mueve tan deprisa que hace diez años prácticamente ni
existía. Y hoy creo que no existiríamos nosotros si no tuviéramos
una conexión siempre a nuestro alcance. Es un medio vivo, dinámico
y cambiante, muy cambiante. Pero eso es lo que lo hace infinito,
inabarcable, realmente grande. Si quieres sacarle el máximo
partido, tienes que moverte a su ritmo, o al menos intentar que
no te deje tirado en la cuneta hasta volverse inalcanzable. Prueba
nuevas cosas, arriesga (con cabeza), sé crítico contigo mismo,
aprende y aplica. Esa es la manera de estar en Internet. Y si no, a
otra cosa.
• Y por supuesto, el más importante.
Por mucho que te lo pida el cuerpo, tu jefe, o el manual de identidad
corporativa, no hagas el logo más grande. Se ve suficientemente
bien.
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