Un claro ejemplo de comunidad en torno a una marca es la de los
moteros amantes de Harley Davidson. Tener una Harley supone
pertenecer a un club muy selecto, tener un carácter determinado
y permite acceder a determinados tipos de foros sociales Con Internet crear estos grupos identitarios es mucho más
sencillo. Las comunidades te permiten comunicarte con grupos
muy segmentados en función de unas características concretas
a las que puedes llegar de forma sencilla e individual. Pero la
importancia de las comunidades virtuales no sólo radica en la
comunicación con grupos muy específicos de personas sino que
ayudan a reunir a éstas alrededor de conceptos abstractos que
forman parte de la personalidad de una marca. Con esta mirada
CocaCola creó Happing.es una comunidad alrededor a la felicidad,
un valor primordial en la construcción de su marca.
Es muy importante que repares en que tras las comunidades de
IKEA, CocaCola y las decenas de otras iniciativas similares no se
encuentra únicamente una web con la posibilidad de construir un
perfil, agregar amigos, unirse a grupos, subir fotografías, comenzar
una discusión, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario