16. En el caso en que las circunstancias fueran favorables, uno debería
modificar sus planes.
17. Toda guerra se basa en el engaño.
18. Por lo tanto, cuando estemos capacitados para atacar, debemos
parecer imposibilitados para hacerlo; cuando estamos usando
nuestras fuerzas, debemos parecer inactivos; cuando estamos cerca,
debemos hacer creer al enemigo que estamos lejos; cuando estamos
lejos, debemos hacerle creer que estamos cerca.
19. Muestre señuelos para incitar al enemigo. Finja desorden, y
aplástelo.
20. Si él está seguro en todos los aspectos, esté preparado para
enfrentarlo. Si sus fuerzas son superiores, evítelo.
21. Si su oponente tiene un temperamento colérico, busque irritarlo.
Simule ser débil, para que se sienta arrogante.
22. Si él está llevando la mejor parte, no le dé respiro. Si sus fuerzas
están unidas, sepárelas.
23. Atáquelo en aquello para lo que él no esté preparado, aparezca
cuando no lo esperan.
24. Estos instrumentos militares que conducen a la victoria, no se deben
divulgar de antemano.
25. Entonces, el general que gana una batalla medita largamente antes
de que esa batalla se lleve a cabo. El general que pierde una batalla
realiza muy pocos cálculos de antemano. Por lo tanto, muchas
evaluaciones conducen a la victoria y pocas a la derrota: ¡Cuánto
más si no hay evaluación ninguna! Es prestando atención a este
punto que puedo predecir quién tiene mayores posibilidades de ganar
o perder.
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