11 .Si deseamos luchar, podemos forzar al enemigo a un enfrentamiento
aunque éste haya encontrado refugio detrás de una alta muralla y un foso
muy profundo. Todo lo que necesitamos es atacar algún otro sitio que él se
verá obligado a defender.
12. Si no deseamos luchar, podemos evitar que nuestro enemigo nos fuerce a
hacerlo aunque sólo tengamos los bordes de nuestro campamento
marcados en el suelo. Todo lo que debemos hacer es arrojar algo molesto e
impredecible a su paso.
13. Descubriendo las posiciones del enemigo y permaneciendo invisibles para
él, nosotros podemos mantener a nuestras fuerzas concentradas, mientras
que las de nuestro adversario estarán divididas.
14. Nosotros podemos formar un solo cuerpo unido, mientras que el enemigo
deberá dividirse en fracciones. Por lo tanto habrá un todo enfrentado a
distintas partes de un todo, lo que significa que nosotros seremos muchos
contra unos pocos por parte del oponente.
15. Y si, de este modo, somos capaces de atacar a una fuerza inferior con una
superior, nuestros oponentes se encontrarán realmente en apuros.
16. No se debe hacer conocer el sitio donde hemos elegido luchar, porque de
esa manera, el enemigo se verá obligado a prepararse contra un posible
ataque en distintos frentes; y estando sus fuerzas distribuidas en diversas
direcciones, el número de soldados que tendremos que enfrentar en
determinados lugares será proporcionalmente bastante pequeño.
17. Porque, si el enemigo reforzara su vanguardia, debilitaría su retaguardia; si
fortaleciera su retaguardia debilitaría su vanguardia; si reforzara su flanco
izquierdo, haría más débil su flanco derecho, si fortaleciera el derecho,
debilitaría el izquierdo. Si enviara refuerzos a todos lados, sería débil en
todos lados.
18. La debilidad numérica surge de tener que prepararse contra posibles
ataques; la superioridad numérica, de forzar a nuestro adversario a realizar
estos preparativos en contra nuestra.
19. Conociendo el lugar y hora de la batalla que se acerca, podremos
concentramos para la lucha desde las distancias más lejanas.
20. Pero si no conocemos ni el tiempo ni el lugar, el flanco izquierdo estará
imposibilitado de soconrer al derecho, el derecho igualmente impotente de
socorrer al izquierdo, la vanguardia será incapaz de apoyar a la retaguardia,
o la retaguardia de ayudar a la vanguardia. ¡Cuánto más si los grupos más
lejanos del ejército se encuentran a no menos de cinco mil kilómetros de
distancia, y hasta los más cercanos están separados por cientos de
kilómetros!
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