El concepto de producto, sostiene que los consumidores prefieren los productos que ofrecen mejor calidad, rendimiento y características, así que una organización tiene que dedicar cierta energía para introducir constantes mejoras en sus productos. Ciertos fabricantes creen que si pueden fabricar una mejor ratonera, todo el mundo acudirá en masa a comprarla. Los compradores quizás estén buscando una solución para el problema de los ratones, aunque no necesariamente una mejor ratonera. La solución acaso será un producto químico, un servicio de exterminación de plagas, o algo que funcione mejor que una ratonera. Es mas, una ratonera mejor solo se venderá si el fabricante le añade un diseño, un empaque y un precio atractivos, y si la coloca en los canales de distribución adecuados, la da a conocer a la gente que la necesita y la convence de que es un producto superior a los conocidos.
Venta.
El concepto de venta, el cual sostiene que los consumidores no comprarían suficientes productos a menos que la organización emprenda un gran esfuerzo de promoción y ventas. Este es el concepto que se suele practicarse en el caso de los bienes no buscados, esto es, aquellos que el consumidor por lo general no piensa comprar (como enciclopedias o espacios en un cementerio). Estas industries tienen que poseer gran habilidad para encontrar prospectos y venderles los beneficios del producto.
El concepto de venta también se practica en el día de lo no lucrativo. Por ejemplo, un partido político venderá con todo vigor a su candidato ante los votantes como la persona fantástica que es para el puesto. El candidato trabaja en su jurisdicción de sol a sol, estrechando manos, besando bebes, entrevistándose con donadores y haciendo discursos. Se gasta mucho dinero en anuncios de radio y televisión, carteles y correo. Se ocultan los defectos del candidato ante el público, ya que el objetivo es lograr una venta, no preocuparse por la satisfacción posterior del consumidor.
Venta.
El concepto de venta, el cual sostiene que los consumidores no comprarían suficientes productos a menos que la organización emprenda un gran esfuerzo de promoción y ventas. Este es el concepto que se suele practicarse en el caso de los bienes no buscados, esto es, aquellos que el consumidor por lo general no piensa comprar (como enciclopedias o espacios en un cementerio). Estas industries tienen que poseer gran habilidad para encontrar prospectos y venderles los beneficios del producto.
El concepto de venta también se practica en el día de lo no lucrativo. Por ejemplo, un partido político venderá con todo vigor a su candidato ante los votantes como la persona fantástica que es para el puesto. El candidato trabaja en su jurisdicción de sol a sol, estrechando manos, besando bebes, entrevistándose con donadores y haciendo discursos. Se gasta mucho dinero en anuncios de radio y televisión, carteles y correo. Se ocultan los defectos del candidato ante el público, ya que el objetivo es lograr una venta, no preocuparse por la satisfacción posterior del consumidor.
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