Buscador

viernes, 17 de abril de 2015

Mala imagen del neuromarketing

En todos los países en los que el neuromarketing ha alcanzado a la opinión pública se ha producido una tendencia en contra de esta técnica de investigación. Casi siempre se debe a un tratamiento sensacionalista por parte de los medios de comunicación, a la asociación de estas técnicas con la manipulación o al desconocimiento de las capacidades reales de las neurociencias (y el consiguiente temor por cuestiones relacionadas con la privacidad). Uno de los debates principales que se produjo durante la conferencia Neuro Connections (Cracovia, 5-7 febrero de 2009) fue precisamente en torno a este tema. La pregunta que estaba en el aire era: ¿Cómo podemos mejorar la imagen que la sociedad y los consumidores tienen del neuromarketing? En opinión de algunos neurocientíficos, la palabra “neuro” tiene connotaciones negativas en sus ámbitos de trabajo. Tanto es así que se debatió incluso cambiar el nombre al campo de estudio (de Neuromarketing a Consumer Science, por ejemplo). Como ya hemos señalado, en algunos casos es fácil deducir el origen de esta mala imagen. Libros11y artículos periodísticos o divulgativos han explotado expresiones como “neuromarketing: en busca del botón de compra del cerebro” que no han contribuido en absoluto a tranquilizar los ánimos de la opinión pública. El público supone que la tecnología de medición de las respuestas cerebrales es poco menos que lectura mental. Muchas marcas se niegan a utilizar el neuromarketing, ocultan lo que hacen porque no quieren ver su marca asociada con estas técnicas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario