Obtenemos un sistema de clasificación de dos dimensiones, parecido a la matriz del BCG. Es usual subdividir cada dimensión en tres niveles (débil, medio, fuerte), lo que conlleva a definir nueve casillas, correspondiendo cada una a una posición estratégica específica.
Individualmente las zonas corresponden a un posicionamiento específico. Las distintas actividades de la empresa pueden ser representadas por círculos, en donde su superficie es proporcional a la importancia en la cifra total de ventas. Los posicionamientos más claros son aquellos que se sitúan en las cuatro esquinas de la matriz que se podrá apreciar en el próximo cuadro.
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